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La apropiación de las tecnologías emergentes de la Cuarta Revolución Industrial, como Inteligencia Artificial (AI), Blockchain, Big Data, Internet de las Cosas (IoT), podrían verse inalcanzables en muchos lugares de Colombia, particularmente, en zonas apartadas y con bajos recursos. Lo anterior genera una amplia brecha digital y considerables desventajas competitivas. Es necesario buscar soluciones relacionadas con mayor conectividad y más acceso a dichas tecnologías. Por eso, el Gobierno redactó la nueva Ley de modernización del sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), sancionada el pasado mes de julio.
¿Qué objetivos tiene la ley TIC?
El gobierno se ha propuesto reducir la brecha digital, desplegar más infraestructura y masificar el acceso a internet en Colombia para lograr una mayor conectividad y permitir que las TIC lleguen a más personas en zonas apartadas del país. La nueva Ley TIC, tiene dentro de sus principales objetivos generar un ambiente propicio para que se logre una mayor inversión de empresas de telecomunicaciones que se traduzca en el despliegue de redes; ofrecer mayor certidumbre jurídica para los nuevos inversionistas, y flexibilizar las condiciones de concesión de espectro, además de introducir reformas importantes a nivel institucional. Colombia requiere expandir la apropiación de las nuevas tecnologías, sobre todo en lugares apartados del país pues la inequidad al acceso de las nuevas tecnologías amplía la brecha digital y reduce la capacidad competitiva de las regiones más apartadas.
¿Qué avances en desarrollo puede traer esta nueva ley?
El nivel de competitividad de un país se ve afectado por su capacidad de innovar y aprovechar la tecnología como factor diferenciador. La Ley TIC y el desarrollo de la “economía naranja” son herramientas valiosas para que Colombia pueda mejorar su posición en el ranking de competitividad mundial, lo cual a su turno debería promover el desarrollo económico del país a niveles que nos permitan mejorar igualmente otros indicadores como el índice Gini que mide la disparidad económica. Gracias a las nuevas condiciones propuestas con la Ley TIC, habrá un impacto muy favorable en aspectos como la generación de valor social y económico, lo que a un mediano y largo plazo tendrá efecto en el PIB local y en la productividad general del país.
La conectividad que se promueve con este nuevo marco normativo es clave para cerrar la brecha digital. La nueva ley de modernización busca dinamizar el sector TIC, ayudando a las empresas a desarrollar proyectos innovadores sobre estos servicios. Ello debe permitir que Colombia avance rápidamente hacia la modernización y que podamos adoptar las últimas tecnologías como factor esencial para permitir una mayor competitividad del país.