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En el último año, hemos sido testigos de graves escándalos de corrupción, violaciones de derechos humanos y varios paros nacionales que han hecho eco de otras protestas en la región y en el mundo. Una posible explicación es porque la sociedad de hoy está mucho más informada que antes, las nuevas tecnologías nos dan la opción de compartir noticias y opinar fácilmente sobre temas de interés general como la corrupción, los derechos humanos y el medio ambiente.
El acceso a las redes sociales hace que la sanción social sea hoy más grande que en otro momento, convirtiéndose incluso más poderosa que cualquier castigo legal o administrativo impuesto por una autoridad.
¿Qué papel juegan las redes sociales hoy en día?
Las redes sociales se han vuelto un canal de denuncia y han revivido debates que en muchos aspectos creíamos superados, como en temas de derechos humanos, intimidad, libre expresión, honra, ambiente sano, entre otros. La protección de estos derechos está sobre la mesa en las altas cortes y requiere un análisis actual enmarcado en la sociedad de hoy y en la tecnología vigente. Desafortunadamente, la velocidad de respuesta de nuestros sistemas jurídicos es lenta a lo cual se suma que la implementación de medidas y sanciones no produce el efecto disuasorio esperado, bien sea por fallas en la implementación o corrupción en el aparato del estado.
¿Qué derechos deben ser revisados?
El mundo ha cambiado mucho en las últimas tres décadas. Por ejemplo, el derecho a la vida: hoy en día existe la posibilidad de hacer alteraciones genéticas, clonaciones, tratamientos de reconstrucción de órganos, etc. lo que amerita revisar y actualizar los derechos y libertades involucrados a la luz de los valores y la ética. Otro ejemplo, es el acelerado daño al medio ambiente que requiere unas políticas y regulaciones más efectivas, así como el compromiso y participación de todos.
¿Qué papel tienen las empresas en esto?
Juegan un papel determinante en este proceso. Es en estas en las que se debe dar el cambio en los avances tecnológicos y científicos. Las empresas deben garantizar programas de cumplimiento basados en valores, leyes y su impacto en la sociedad. En este contexto, la ética viene a garantizar procesos de autorregulación en temas sensibles, que debido al avance de la ciencia y la tecnología van mucho más rápido que la velocidad de reacción de los estados. Por esto, el sector privado debe liderar iniciativas de protección del medio ambiente, cambio de procesos, reducción de la huella de carbono, verdaderos y efectivos procesos de reciclaje, etc.
¿Cómo se puede impulsar el cambio desde la empresa?
Proponiendo soluciones y liderando procesos de transformación en nuestro entorno. Es necesario adaptar el programa de cumplimiento a las necesidades del entorno y de la empresa. Por ejemplo, en temas de medio ambiente: revisando el impacto de los productos y los procesos de producción en la sociedad y con las generaciones futuras; en derechos humanos, apoyando a comunidades vulnerables a través de programas de integración y mejora en la calidad de vida; en temas de corrupción, adoptando estrictos programas de transparencia y ética. Para esto se necesita gran compromiso basado en valores y principios corporativos.