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Símbolo y pregnancia: cualidades de la forma visual para llamar la atención

11 de junio de 2014

Ricardo Gaitán

Canal de noticias de Asuntos Legales

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Los símbolos son pictografías y poseen significado propio. Por lo general las diversas asociaciones culturales, religiosas, artísticas, políticas, comerciales, deportivas, o los mismos países, utilizan símbolos que los identifican. Ese vínculo convencional es el elemento que nos permite coligar lo que representa. Iniciamos el tema: símbolo y pregnancia, cualidades de la forma visual para llamar la atención.

¿De dónde provienen los símbolos? 
Desde tiempos remotos existe una morfología de la forma, circunscrita en las figuras geométricas básicas: el círculo, el triángulo, el cuadrado, el trapecio, la estrella, la cruz y las representaciones gráficas de la naturaleza y los animales, que elaboraban nuestros antepasados sobre piedra y otros soportes como la arcilla, el papiro y el cuero. Estos esquemas no han variado sustancialmente como lo veremos más adelante.

Las primeras manifestaciones de la identidad por medio de signos se conocen en las improntas prehistóricas. Con la evolución vienen otras formas socializadas como la huella digital y más tarde la firma personal.

La Edad Media dio nacimiento a la simbología como medio identificador y con la revolución industrial se desarrolló toda una praxis teórica de sus usos. El industrialismo occidental descubrió el símbolo como un factor fundamental en los negocios, pero sólo fue hasta principios del siglo XX que el símbolo tomaría una posición privilegiada en los sistemas de identificación de las marcas. Hoy en día son más las empresas que hacen uso de un símbolo para identificar sus productos y la razón es facilitar su reconocimiento. 

¿Cuáles son las características del símbolo para destacarse?
El símbolo no necesariamente tiene que guardar relación de semejanza con lo que alude. Estos son arbitrarios y mucho depende del diseñador que lo concibe, del producto o servicio que va a representar y del tipo de empresa. Para que un símbolo logre destacarse en el mercado debe cumplir con las siguientes características: 

1.) Simplicidad. Reducir al máximo la complejidad. Muchos elementos gráficos pueden saturar la identidad visual, lo que se conoce  como “ruido visual”.

2.) Transparencia comunicativa. El diseño debe transmitir claridad de lo que la marca representa.

3.) Personalidad. El diseño debe ser único, relevante y de buen impacto visual.

4.) Consistencia. Todos los elementos visuales deben poseer flexibilidad de aplicación en diferentes soportes o superficies de tal manera no pierdan su esencia primaria. Las anteriores características están resumidas por el principio de la pregnancia, que tratamos a continuación. 

¿Qué es pregnancia?
La pregnancia es una cualidad que poseen las formas visuales para llamar la atención del observador, que se caracterizada por la simplicidad estructural. En síntesis, es la forma que predomina.

La pregnancia tiene doble efecto: por superposición de la idea simbólica y por la forma. La idea simbólica se da por la implicación psicológica que produce, y la forma se da por el fuerte impacto óptico que deja en la retina del observador.

Desde la perspectiva técnica, los símbolos se benefician de la sencillez y la pregnancia, porque la simplicidad de la forma admite variaciones de tamaño sin que se distorsione el diseño y porque esta misma simplicidad hace que el diseño del símbolo sea más apto para aplicaciones en los diferentes soportes y materiales.

Una de las características básicas de la pregnancia es la resistencia a las deformaciones cuando se pasa del uso del color al blanco y negro. Una forma pregnante permanece constante, no se deforma ni se altera y además es reconocible en fracciones de segundo sin que exija del receptor un mínimo esfuerzo para identificarlo. Un símbolo con esta cualidad tendrá la fortaleza de mantenerse vigente por mucho tiempo.