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En la ejecución de las labores como abogados de empresa, nos encontramos que la totalidad de estas son empresas familiares, mas aún en un país como Colombia, donde es frecuente encontrar que, la administración la encabezan los padres; y que los hijos, nietos, primos y relacionados siempre terminan siendo vinculados mediante diferentes modalidades de contratación.
La vinculación del entorno familiar a interior de una empresa no necesariamente debe ser un error, recordemos que, en una vinculación se buscan personas de confianza que quieran mantener la ejecución del negocio a flote, es ahí donde la familia puede ser un gran aliado.
El tropiezo se presenta cuando no se tienen lineamientos claros en la toma de decisiones, ese es el momento en el que legado que los padres dejan a sus familiares termina siendo marchitado. Las principales causas de esta situación son: i) Ausencia de conocimiento en la ejecución del negocio, ii) Falta de experiencia, iii) Desinterés en el desarrollo de la compañía y vi) Cambios generacionales en situaciones adversas, todos estos forjan un conflicto que termina convirtiéndose en un dolor de cabeza para los trabajadores y el empleador.
El desconocimiento de las herramientas para facilitar la toma de decisiones hace que las empresas terminen exponiéndose a situaciones complejas que pueden conllevar a la liquidación, por ello se hace indispensable presentar lineamientos claros que permitan a las nuevas generaciones tener un camino por donde transitar. Una de las herramientas clave para evitar conflictos al interior de la empresa es el Protocolo de Familia.
El Protocolo de Familia permite crear al interior de la empresa:
1. Bases fundamentales respectó a los principios y valores que rigen la empresa
2. Lineamientos claros para la toma de decisiones
3. Escenarios de resolución de conflictos
4. Delimitación de las funciones de cada uno de los miembros de la familia.
5. Determinación del futuro de las empresas y sus integrantes.
Para la elaboración de un Protocolo de Familia, se están usando modelos que no están siendo adaptados a las necesidades de cada empresa y cada familia, grave error!.
Un modelo de Protocolo de Familia puede ocasionar un caos generacional, si usted está contemplando la idea de usar un “modelo” de protocolo de familia para implementar al interior de su sociedad, mejor no lo implemente. La preparación de este documento requiere de un buen manejo de habilidades de resolución de conflicto y la elaboración de un diagnostico claro que pueda definir las necesidades familiares con las que cuenta cada integrante para el sostenimiento de la sociedad.
Para tener un buen Protocolo de Familia se debe seguir unos pasos básicos que permitan al abogado y a su cliente conocer al detalle el relacionamiento al interior del núcleo familiar, es por ello que se recomienda seguir los siguientes pasos:
1. Definir quienes van a ser los involucrados o los afectados del documento
2. El abogado deberá gestionar una reunión con el fundador de la Empresa con el objetivo de identificar las aristas que recaen en el desarrollo del negocio, los principios, valores, objetivos y necesidades particulares.
3. En el mismo sentido, se debe llevar llevar a cabo una reunión con los vinculados al Protocolo de Familia, esto para identificar riesgos, conflictos o situaciones adicionales que deban ser plasmadas en el documento.
3. Se debe realizar una identificación del riesgo derivado del relacionamiento familiar
4. Se debe Identificar los conflictos que posiblemente la familia no tenga presente, pero que el abogado por su experiencia pueda vislumbrar.
5. Finalmente se elaborará el documento conforme a las necesidades del grupo familiar teniendo en cuenta el diagnostico desarrollado en los anteriores puntos.
El protocolo de familia busca plasmar un acuerdo de voluntades entre familiares con el objetivo de mantener el legado familiar, no obstante, el documento debe contar con una validez jurídica ya que el mismo obliga a los firmantes, por lo tanto, lo pactado no podrá ir en contravía de la ley y los estatutos sociales.
Por ello se hace énfasis en la buena comunicación que como abogados debemos tener con nuestros clientes, para cubrir todo aspecto que requiera la empresa respecto a las necesidades particulares de operación, ejecución y desarrollo al interior de la sociedad