Conozca la importancia que tiene hacer el registro de marca en la industria musical
Al registrar una marca, el artista evita que otros utilicen su identidad o elementos visuales sin autorización, lo que es clave para consolidar una imagen
23 de octubre de 2024Contenido
¿Sabía que en algún momento The Beatles y Apple tuvieron un conflicto legal? Así como lo lee, la empresa de la manzana mordida tuvo un incidente legal cuando la banda británica, a través de su empresa Apple Corps, demandó a la compañía de Steve Jobs por infracción de marca en 1978. El conflicto giraba en torno al uso del nombre “Apple”.
Después de varias demandas y acuerdos, en 2007 las dos empresas finalmente llegaron a un acuerdo, en el cual Apple Inc. adquirió todos los derechos sobre la marca y licenció algunos a Apple Corps.
El registro de marca en la industria musical es un proceso fundamental para proteger los activos intangibles de un artista, banda o sello discográfico. Implica asegurar legalmente el uso exclusivo de nombres, logotipos, eslóganes o cualquier símbolo distintivo asociado con su carrera musical. En total se han registrado 38.472 marcas según la Superintendencia de Industria y Comercio en 2024.
Al registrar una marca, el artista evita que otros utilicen su identidad o elementos visuales sin autorización, lo que es clave para consolidar una imagen única en el mercado.
Este proceso otorga derechos legales que protegen a los creadores y permite establecer una presencia sólida y reconocida. El registro de marca en la industria musical otorga el derecho exclusivo de utilizar un signo distintivo para comercializar productos o servicios, asegurando que las inversiones en posicionamiento no estén en riesgo.
“Usar una marca sin registrarla podría traer diversas consecuencias para su titular. Se pueden recibir reclamos que pueden tener repercusiones monetarias. Al usar la marca sin protección se genera el riesgo de perder la inversión que se ha hecho en su posicionamiento y promoción”, dijo Luis Ángel Montealegre, CEO de LYM Lawyers.
Uno de los principales motivos para registrar una marca en la industria musical es evitar conflictos legales. Un nombre artístico o de banda registrado evita que otros lo utilicen, lo que puede generar confusión entre los seguidores o incluso demandas judiciales.
Además, los logotipos o diseños gráficos utilizados en portadas de álbumes o merchandising también son parte esencial de la marca de un artista, y el registro garantiza su protección frente a copias o usos no autorizados.
Para registrar una marca, primero es necesario realizar una búsqueda de antecedentes marcarios para verificar si existen registros similares y determinar la viabilidad de la marca. Luego, se debe completar el formulario de solicitud en la clase y categoría correspondiente al producto o servicio.
Una vez presentada la solicitud, se deben superar tres etapas: la revisión de forma, la contestación de oposiciones si las hay y la revisión de fondo. Si todo está en orden, la Superintendencia de Industria y Comercio otorgará el derecho exclusivo sobre la marca. Este registro tiene una duración de 10 años, durante los cuales nadie más podrá usar el nombre o signo distintivo registrado.
Casos Famosos de este registro
En 2014, la estrella de reality show y empresaria Kylie Jenner intentó registrar la marca “Kylie” para sus negocios de belleza y moda. Sin embargo, la cantante australiana Kylie Minogue, que había estado utilizando el nombre “Kylie” desde hace décadas, se opuso al registro. Minogue argumentó que ya era una figura pública reconocida a nivel internacional y que Jenner podría causar confusión entre los consumidores.
Otro caso famoso fue el de la cantante Katy Perry, cuyo nombre real es Katheryn Hudson, y una diseñadora de moda australiana llamada Katie Perry. En 2009, la diseñadora australiana demandó a la cantante cuando esta intentó registrar su nombre artístico como marca en Australia.
Aunque el caso atrajo la atención mediática, la diseñadora australiana decidió no continuar con la batalla legal.
Antecedentes
El rapero Jay-Z se enfrentó a un conflicto en 2011 cuando el empresario de Chicago, Raymond Barney, intentó registrar el nombre “The Blueprint” como marca para una serie de conciertos y festivales. Este nombre estaba estrechamente vinculado a Jay-Z, ya que era el título de su icónico álbum de 2001. El cantante y su equipo legal tomaron medidas para proteger el nombre, que ya estaba fuertemente asociado con el rapero en el mundo de la música.