La guerra de las firmas de abogados por las prácticas que se proyectan más rentables

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Aunque la incertidumbre propia del periodo electoral puede llevar a que algunos sectores hagan una pausa en sus planes, no es el caso los abogados, que ven un crecimiento en la demanda de sus servicios en épocas de pocas certezas. Por eso, no es casual que en el primer mes del año se hayan registrado varias movidas de socios en las principales firmas, en lo que algunos han denominado una guerra por liderar en las prácticas que serán más rentables en los próximos años.

Esto parece una consecuencia lógica de la evolución que ha tenido el mercado de servicios legales en el país; en poco más de una década pasamos de un panorama dominado por pocos actores grandes a uno atomizado con más de 600 jugadores, con una marcada presencia de los despachos extranjeros, boutique y locales.

No hay que olvidar que el colombiano es el mercado más penetrado por firmas internacionales. Algunas, como DLA Piper, han llegado a través de alianzas con actores locales, buscando un crecimiento orgánico; otras, como Cuatrecasas y Holland & Knight lo han hecho estableciendo una presencia desde cero.

Esto se suma al auge de las firmas boutique especializadas, que cada día capturan una porción más grande del mercado y al crecimiento que vienen teniendo jugadores locales en las principales ciudades, como Medellín y Barranquilla.

Como es natural, la atomización de los actores del sector ha puesto presión a los líderes tradicionales, al tiempo que ha aumentado la competencia por un mercado que, solo en 2020, tuvo ingresos operativos por $2,55 billones, y creció 1,8% anual mientras la economía nacional registró el mayor desplome de la historia reciente.

La competencia, sin embargo, parece girar ahora alrededor de las prácticas que tienen proyección de convertirse en las más rentables, no solo por el dinamismo que vienen registrando algunos sectores, sino también de cara a la incertidumbre por los resultados electorales.

Para Alejandro Mesa, socio director de Baker McKenzie, además de la práctica de M&A, que seguirá siendo estratégica, una de las de mayor proyección será la de Financiero y Mercado de Capitales, no solo por el auge de las fintech, sino también por la fusión de las bolsas latinoamericanas y la sacudida que generaron las OPA de Gilinski. En esto coincide Sergio Michelsen, socio de Brigard Urrutia, quien agregó que también se verá mucho movimiento en áreas como infraestructura, insolvencia, litigios y finca raíz.

Además, explicó otro experto, la posibilidad de que llegue un nuevo gobierno que busque hacer cambios profundos en el modelo económico del país ha llevado a que se coticen al alza prácticas como arbitraje, tributario y litigios, especialmente en aquellos enfocados en lo contencioso administrativo.

Todas esas consideraciones son consistentes con los movimientos que se vienen registrando en las firmas: Alberto Zuleta, socio de arbitraje y litigios de Holland & Knight, asumirá esa posición en Cuatrecasas desde el próximo 1 de marzo; Lina Lineros, que se venía desempeñando como directora de Banca y Finanzas en Posse Herrera Ruiz (PHR), asume como socia en la boutique Muñoz Aya; María Lucía Posada, también ex PHR y experta en procesos jurisdiccionales ante lo contencioso administrativo, fue nombrada socia en Palacio Jouve García, y Adrián Rodríguez, socio de tributario hace varios años en Lewin & Wills, fue fichado por Brigard Urrutia en esa misma posición.

“Esto es como el fútbol, siempre hay que tener la mejor plantilla para jugar el partido y el caso de Adrián lo ejemplifica. En nuestro caso, José Andrés Romero se fue a trabajar al sector público y, aunque tenemos un muy buen equipo, queríamos reforzarnos con alguien con cancha que nos complementará. Su llegada, además, nos permite anticiparnos hacia donde creemos que se va a mover el mercado, por ejemplo con todo el tema de las fintech”, dijo Michelsen, al tiempo que agregó que, al momento de hacer “fichajes”, es importante tener en cuenta también los procesos de recambio generacional.

Las cuatro movidas mencionadas han dado de que hablar, sobre todo porque el mercado colombiano no está acostumbrado a ver muchos cambios a nivel de socios. Y es que se trata de posiciones que tradicionalmente han sido muy estables, sin embargo, hay que tener en cuenta también que muchos de los abogados que han definido el mercado en las últimas décadas se están acercando al fin de su ejercicio profesional, por lo que el recambio generacional ha venido cobrando mayor relevancia.

Las implicaciones de los nuevos fichajes han generado opiniones divididas: mientras algunos creen que se avecina una “guerra de socios” para hacer frente a la creciente competencia, para otros es un signo de la madurez que está adquiriendo el mercado local.

En esta última orilla es ubican Mesa y Lineros, que coinciden en que el hecho de que se esté configurando un “mercado de socios” no es algo negativo, sino una evolución natural del sector, que está asumiendo dinámicas similares al estadounidense, donde las rotaciones en los altos cargos no son la excepción sino la norma.

A pesar de ello, no deja de ser llamativo el surgimiento de ese nuevo mercado, pues no hay que olvidar que los ingresos de los socios oscilan entre $40 y $150 millones mensuales, sueldos que quisieran muchos ejecutivos de otros sectores. La cifra, por supuesto, puede variar de las condiciones contractuales de cada uno, así como de su equity share. La plata, sin embargo, no lo es todo pues, como afirmaron algunos socios, las motivaciones de cambio están asociadas también a factores extrasalariales, que tienen que ver con metas de facturación o número de clientes y lo que denominan la “filosofía de la firma”.

En todo caso, y al margen de la opinión que se tenga al respecto, la mayoría coincide en que estos movimientos son apenas el abrebocas de los que se vienen este año.

Antecedentes

Uno de los factores que ha impulsado el crecimiento de las firmas boutique es que, de unos 15 años para acá, las empresas grandes, que tradicionalmente buscaban casi exclusivamente a los líderes consolidados, están cada vez más dispuestas a contratar los servicios legales que ofrecen los despachos más pequeños para temas altamente especializados, lo que les ha abierto posibilidades de una penetración cada vez mayor.