La prohibición de ChatGPT en Italia hará que otros países pongan la lupa sobre la IA

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Ayer, el Garante para la Protección de Datos Personales (Gpdp) de Italia prohibió el uso de ChatGPT. El regulador aseguró que la herramienta estaría violando el Reglamento General de Protección de Datos europeo.

El regulador italiano dijo que la aplicación estaría funcionando con la recopilación ilícita de datos personales.

Agregó que la empresa carece de una base jurídica que justifique la acumulación y el almacenamiento masivo de datos sensibles para entrenar los algoritmos de ChatGPT. El ente de control también abrió una investigación hacia la compañía detrás del servicio, la cual se mantendrá en pie hasta que ChatGPT cumpla con el reglamento.

OpenAI, en un plazo máximo de 20 días, deberá sustentar el origen de la información que suministra ChatGPT, asimismo, tendrán que justificar las infracciones por las cuales está siendo investigado. La Agencia argumenta que sigue de cerca estos desarrollos tecnológicos, que pueden tener una importante afectación para los derechos de las personas. La falta de respuesta por parte de OpenAI, según el reglamento de la UE, también se castigará con una sanción administrativa.

"El chat GPT, es una I.A que se alimenta de: (i) la información suministrada en fase de pre entreno por los propios usuarios, (ii) de los metadatos que encuentran indexados en la WEB global y que pueden estar o no protegidos por los derechos de autor, y (iii) demás información que hace parte del dominio público", aseguró Carlos Augusto Riveros Victoria, director del área de propiedad intelectual de Riveros Victoria abogados.

Desde el mismo registro a la plataforma, el usuario suministra sus datos personales y que, en muchos casos, no se tiene prevención sobre el tratamiento ni destinación de su íntima información personal. "¿Cuántos usuarios pueden afirmar que leen acuciosamente las políticas de datos personales que emplea cada plataforma, Espacio web aplicación, market place, videojuegos etc, donde se registra? Muy pocos podría afirmar", aseguró Riveros.

El debate se lleva a cabo en todo el mundo. En EE.UU., por ejemplo, a las IA no se les pueden atribuir derechos de autor ni propiedad industrial.

Caso opuesto era en la Unión Europea, donde, hasta ayer, eran más laxos y consideraban -con algunas salvedades- que sí se pueden atribuir derechos a las IA, siempre y cuando sus obras cumplan con algunos criterios específicos de registro.

Sin embargo, Italia pone un precedente al exigir el cumplimiento del reglamento europeo. Por lo cual, es posible que en otros países empiecen a ser más rigurosos con la innovadora aplicación.

“Una inteligencia artificial puede saber mucho de ti y si adicional a esto, tú le das más información todavía, el sistema te perfila”, aseguró Carlos Monroy, socio de Copyright Abogados.

Agregó que, en cualquier caso, en cada país se debe llevar acabo las investigaciones requeridas. “En Colombia, por ejemplo, se indagó y sancionó a Facebook por manejo indebido de datos personales y la plataforma fue multada, pero sobre la base de un caso específico y al cabo de establecer unos hechos. Por eso toca tener muy presente que hasta que no haya una investigación, no se pueden hacer juicios de responsabilidad”, agregó.

Hasta el momento, en Colombia, los derechos de autor de ChatGPT no están reglamentados y la falta de estos límites están provocando que el aumento del uso de esta herramienta se dispare a tal punto que, por ejemplo, jueces se ayudan de la IA para resolver los casos.

Si encuentra irregularidades en el uso de los datos personales, tal como en Italia, la Superintendencia de Industria y Comercio sería la entidad encargada de inculpar a OpenAI.

El debate, por ahora, se centra en que no existe en Colombia un criterio uniforme respecto a si los derechos de paternidad y patrimoniales son atribuibles a: “una inteligencia artificial; a la persona jurídica propietaria de la patente; al inventor de la IA; o al usuario que encarga la obra”, agregó Carlos Augusto Riveros, director del departamento de propiedad intelectual de Riveros Victoria Abogados.

Y hasta que esto no se resuelva, la propiedad intelectual así como la legalidad de ChatGPT seguirá en vilo.