Los pasaportes en las manos de la misma empresa por 25 años, Thomas Greg & Sons

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Una imagen que se hizo muy común tras la pandemia fue la de las largas filas para reclamar o solicitar el pasaporte. La ineficiencia para expedir estos documentos se le atribuyó al colapso que vivió el mundo en materia económica y social tras el covid-19.

Sin embargo, hay una razón que le pone mucho más peso a la situación: cada cuatro años la Cancillería abre una licitación con el objetivo de que empresas calificadas para la elaboración de los pasaportes compitan para obtener el contrato de $599.651 millones.

El 14 de abril de 2023, el Ministerio de Relaciones Exteriores publicó los documentos de la Licitación 001 de 2023, con la cual se busca que empresas concursen. “Para el caso de la Licitación actual, la Cancillería inició el procedimiento con notable retraso pese a los requerimientos al respecto y, por lo tanto, sin adoptar plazos razonables para la naturaleza y envergadura del certamen”, explicó Saturia Esguerra, asesora jurídica de Cadena, experta en derecho administrativo y contratación pública.

A lo largo de este proceso varias compañías del sector han presentado observaciones a los pliegos y los prepliegos, sobre aspectos incluidos en el proceso que dificultan, si no imposibilitan, la entrada de nuevos interesados y que, por lo tanto, restringen la pluralidad de oferentes y la libre competencia. Algunas de las empresas que presentaron las observaciones a los pliegos son: Smurfit Kappa, IN Groupe, Imprensa Nacional-Casa da Moeda (Incm), Idemia, Veridos México, Accesos Holográficos y Cadena SA.

Estas organizaciones formularon una serie de puntos que observaron en la licitación y con los cuales, aseguraron, no podrían competir contra Thomas Greg & Sons de Colombia, la empresa que por más de 25 años ha ganado el contrato.

Uno de los puntos que más recalcan es el de los tiempos estipulados por la Cancillería. Todas las empresas interesadas, a excepción del actual contratista, señalan que los plazos son insuficientes para adquirir los insumos necesarios para la fabricación de muestras. Los interesados señalan que el abastecimiento de insumos como chips, tintas especializadas, papel de seguridad y hologramas necesarios para las libretas tarda varios meses, y hacen que para los nuevos proponentes sea casi imposible participar en la convocatoria. Cabe resaltar que en procesos similares en otros países los tiempos de implementación han oscilado entre cuatro y seis meses, y en la licitación actualmente está en 44 días calendario.

Otro punto muy discutido fue el del requerimiento de muestras idénticas a los documentos de viaje que se encuentran en circulación, ya que estas son más fáciles de fabricar para quien tiene inventarios y cuenta con todas las especificaciones de impresión.

La licitación también formula condiciones geográficas excluyentes. Inicialmente, en los prepliegos se incluyeron dos requisitos que otorgaban puntaje adicional: el ofrecimiento de una planta de impresión en Bogotá, y el de una Planta de Personalización de Contingencia que se calificaba, según locación, privilegiando a Norteamérica, luego a Europa y, por último, a Suramérica. Después de las observaciones de varias empresas, en los pliegos definitivos se cambió la primera exigencia por la de una planta de impresión en territorio nacional (ya que varias empresas señalaron que solo el actual contratista tenía su planta en Bogotá). Sin embargo, la segunda se mantuvo.

Medidas de la Procuraduría

Este proceso de licitación está en la mira de la Procuraduría, quien vigila que se den garantías a la selección objetiva.

Para Paola Larrahondo, socia del área de administrativo y constitucional en Gómez-Pinzón, los aspectos que debería vigilar son: “el primero es el plazo, es decir, el tiempo que se está determinando para proveer ese bien o servicio y si es razonable. Pero más allá de ver si es razonables, es ver si es posible que un tercero nuevo en el mercado preste ese bien o servicio en el plazo que está planteando la entidad”.

El segundo, aseguró el experta, son las condiciones técnicas; para este punto cabe preguntarse ¿están pidiendo unos pasaportes cuyas especificaciones técnicas (hojas de seguridad e impresión) solamente puede cumplir una empresa? ¿las condiciones técnicas solicitadas las puede cualquier un tercero; obviamente atendiendo a los niveles de seguridad que se requieren?

El problema con los pasaportes es que en Colombia solo hay una empresa que tiene las impresoras, el papel y las plantas de producción que pide la Cancillería y, por ende, la licitación siempre termina cerrada. "Durante ese periodo de tiempo, en linea con lo establecido por la OMC, la entidad tiene el deber de actualizar los requisitos de participación, de acuerdo con la realidad del mercado a la que se enfrenta, para evitar la vulneración a la libre competencia", concluyó Juan David Duque Botero, socio Director de la firma Duque Botero Consultores