Qué se puede aprender sobre testamentos en la serie ‘House of the Dragon', de HBO
Desconocer la voluntad de un difunto plasmada en un testamento solo es posible cuando no cumple con los requisitos legales
08 de septiembre de 2022Contenido
Como pasa en la serie ‘House of the Dragon’, que desde su estreno viene rompiendo récords, en la vida real las familias también se enfrentan en las sucesiones. La producción de HBO gira alrededor de la lucha por el Trono de Hierro de Poniente, a pesar de que el rey, Viserys Targaryen, eligió a su hija Rhaenyra como su sucesora.
En el ordenamiento legal, esto sería equivalente a desconocer la voluntad de un difunto, plasmada normalmente en un testamento, sin embargo, esto solo es posible en ciertos casos.
Desde 2018, la mitad del patrimonio del causante, es decir quien murió, debe ir obligatoriamente a los herederos forzosos y el otro 50% es de libre disposición. Si eso no se cumple, es posible impugnar el testamento y solicitar su nulidad. En tal caso, explicó el abogado Evans Bermúdez, el juez podría respetar la voluntad plasmada en el testamento ajustando los porcentajes como corresponda.
En todos los casos, el testador debe estar en pleno uso de sus facultades mentales, para lo que el notario puede pedir un certificado médico de salud mental. Además, se debe tener en cuenta que es un acto solemne que se otorga ante notario público en presencia de tres o cinco testigos, dependiendo de si es abierto o cerrado.
El testamento abierto es un documento público del que los beneficiarios conocen el contenido y se formaliza en una escritura pública, delante de tres testigos. El cerrado, en cambio, se entrega en un sobre sellado al notario ante cinco testigos, y solo se puede abrir cuando el testador fallezca.
Si el difunto no estuviera en plenas facultades mentales, no tuviera los testigos necesarios, o si estos no cumplen con los requisitos para ello, también se podría solicitar la nulidad del testamento. Si un juez concediera la demanda, se entendería que la sucesión es intestada, es decir, sin testamento, por lo que el patrimonio del difunto se repartiría de acuerdo con los criterios de herencia que establece la legislación.