Monster no impidió el registro de un gimnasio en Santa Marta

La marca local contaba con elementos que la diferenciaban de la opositora.

Johnny Giraldo López

La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) definió un pleito marcario entre la deportista Carmen Elena Robles y la famosa compañía de bebidas energéticas Monster Energy Company.

El conflicto comenzó cuando los abogados de Robles publicaron en la Gaceta de Propiedad Industrial su intención de registra la marca mixta ‘The Monster Gym’, el nombre de su gimnasio ubicado en el barrio samario, Los Ángeles.

Los abogados de la multinacional de bebidas energéticas, ubicada en la pequeña ciudad de Corona en California, se opusieron a la solicitud con fundamento en los literales a) y b) de los artículos 135 y 136 de la Decisión 486 de la Comunidad Andina. Según las normas, no se pueden inscribir signos que sean genéricos o que puedan se confundirse con otros inscritos.

La empresa de bebidas es altamente conocida en el mercado internacional por su patrocinio a deportistas como Rob Dyrdek, Kyle Saweikis, TJ Lavin y la estrella de Jackass Jason Acuña, alias ‘Wee Man’.

Robles persistió respondiendo a los alegatos de Monster. Sus defensores argumentaron que si se hace un examen minucioso de las imágenes y del texto, es casi imposible que los consumidores se confundan, además, su compañía en vez de ofrecer productos, ofrece servicios. Su defensa concluyó denunciando que algunos de los cotejos marcarios que pasó su contraparte al despacho están diseñados para inducir a los examinadores a cometer errores.

Teniendo en cuenta todos los argumentos presentados, la oficina del director Juan Manuel Serrano procedió a hacer un análisis de registrabilidad al distintivo solicitado y buscó otras insignias de oficio.

Los investigadores concluyeron que sí existen similitudes entre los competidores, sin embargo, esas semejanzas se ven diluidas por los demás elementos que tienen los signos. En cuanto a la composición fonética, los examinadores decretaron que si bien ambas partes comparten la palabra ‘Monster’, la composición silábica ‘The’ al inicia de la marca samaria, le da una tonalidad distinta.

Carlos Amaya, socio de Amaya Propiedad Intelectual, comentó “el signo solicitado ‘The Monster Gym’ reproduce una composición conceptual e identidad visual y figurativa que le permite al público consumidor diferenciarlo de las marcas registradas, de manera que su coexistencia es pacífica”.

Juan Osorio, asociado de Muñoz Abogados estuvo de acuerdo con la decisión “la marca cuenta con elementos diferenciadores de la competencia”.

La Dirección de Signos Distintivos falló a favor de Clara Elena y registró el gimnasio The Monster Gym.


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