Laboral

Pura de Upar registro la marca Adel pese a oposición de Ades de Coca-Cola Company

La envasadora y comercializadora del Valledupar ganó el pleito marcario ante la Superintendencia de Industria y Comercio

29 de agosto de 2018

Alejandro Valencia

Canal de noticias de Asuntos Legales

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La compañía Envasadora y Comercializadora Pura de Upar, encargada de la elaboración de bebidas no alcohólicas y producción de aguas minerales y de otras aguas embotelladas, ubicada en Valledupar-Cesar, solicitó el registro de su marca Adel a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).

La firma local buscaba distinguir los productos comprendidos en la clase 32 de la Clasificación Internacional de Niza, que se entiende como agua embotellada y sus respectivas variaciones. La SIC consideró que la marca no estaba dentro de ninguna causal de irregistrabilidad así que la Dirección de Signos Distintivos concedió el registro y asignó un número de certificado.

Sin embargo, llegar a esta decisión no fue fácil pues la empresa encontró en la multinacional The Coca-Cola Company la mayor oposición por considerar que la marca en solicitud Adel tiene semejanzas ortográficas y fonéticas con la marca Ades, donde Coca-Cola tiene derechos marcarios previos.

Los argumentos que propuso la gigante internacional de bebidas fue que ambos signos tienen una extensión casi idéntica, pues comparten incluso varios caracteres en el mismo orden. Esto resultaría en una similitud de impresión visual a disposición del consumidor. Además, finalizan su fundamento de oposición al decir que los productos amparados por ambos signos pertenecen a la misma clase, por lo que comparten medios de comercialización y canales publicitarios.

La Envasadora y Comercializadora Pura de Upar tuvo la oportunidad de dar respuesta y fue contundente. Dijo que la similitud entre los signos es débil porque, indiscutiblemente, la expresión registrada por Coca-Cola, Ades, es diferente en la medida que la marca mixta Adel cuenta con un gráfico acompañante y una combinación de elementos que le imprimen una altísima novedad y distintividad.

El abogado asociado de BR Latina, Juan Pedro Arias, tiene una opinión contraria: “En este caso diferimos de la Dirección de Signos Distintivos, ya que es claro que los signos son similarmente confundibles. Las diferencias ortográficas, fonéticas, visuales y conceptuales son muy escasas e incapaces de diferenciar a las marcas confrontadas en el mercado”.

LOS CONTRASTES

  • Juan Pedro AriasAbogado Asociado BR Latina

    “Diferimos de la Dirección, ya que es claro que los signos son similarmente confundibles. Las diferencias ortográficas, fonéticas, visuales y conceptuales son muy escasas e incapaces de diferenciar a las marcas”.

Sin embargo, la Superindustria, antes de tomar su decisión final, tuvo en cuenta el estudio de registrabilidad del signo solicitado. Allí, se procedió a realizar el examen como dicta la norma, es decir, una visión en conjunto de los signos en materia y no por separado, y en ese orden de ideas, determinó que, en caso de coexistencia, no generarían riesgo de confusión ni de asociación hacia el consumidor.

Las consideraciones también se refieren a que el sonido que generan los signos en conflicto no resultó similar debido a que presentan terminaciones distintas, lo que permite individualizar el origen empresarial de cada compañía. Bajo esos argumentos, la SIC declaró infundada la oposición interpuesta por The Coca-Cola Company.

Antecedentes
El 8 de mayo de 1886 comenzó la historia de Coca-Cola en Atlanta. El farmacéutico John Pemberton quería crear un jarabe contra problemas de digestión y terminó dando la fórmula secreta del producto.
La farmacia Jacobs fue la primera en comercializar la bebida a cinco céntimos el vaso, con ventas de nueve diarios. Luego, el contador que ayudaba a John Pemberton, Frank Robinson, fue quien elaboró la marca y diseñó el logotipo. De esta manera, para 1891 se fundó The Coca-Cola Company.